lunes, 20 de enero de 2014

ANÁLISIS: Batman Arkham Origins

FICHA TÉCNICA
Desarrolladora: Warner Bros. Games Montreal
Distribuidora: Warner Bros. Interactive Entertainment
Compositor: Christopher Drake
Motor: Unreal Engine 3
Plataforma(s):  Microsoft Windows, PlayStation 3, Wii U, Xbox 360
Fecha(s) de lanzamiento: 25 de octubre de 2013
Modos de juego: Un jugador, multijugador
PEGI: 16


El Caballero Oscuro nos vuelve a deleitar con una aventura digna de las mejores sagas de cómics que hayamos podido disfrutar de mano de la editorial DC.

En esta ocasión nos encontramos, como ya sabéis todos, con una precuela que nos cuenta cómo Batman llega a ser el vigilante conocido y respetado que es hoy en día en Gotham City. No es su primera aventura, el Murciélago empieza a hacerse conocido, aunque poca gente lo ha visto en acción. La acción empieza 2 años después de que Bruce Wayne se vista el manto del murciélago y nos traslada directamente a la prisión de Blackgate, donde ha habido una fuga de delincuentes. Quien está detrás de todo esto es un líder de la mafia local, Máscara Negra. El hijo de la familia Sionis contrata a 6 asesinos para que detengan a Batman antes de que sea una amenaza. Y aquí es donde empieza lo bueno.


Contiene multitud de guiños. Vemos referencias a los cómics de Batman y de DC en muchos puntos, como contenedores de Queen Industries (Green Arrow), edificios emblemáticos de Gotham o personajes secundarios conocidos por todos. Mención especial al ataque de Bane en el que casi te parte la columna, una escena que me impactó en los cómics y a la que siempre hago referencia, tanto en los videojuegos como en el cine.

Historia bien hilada. Giros argumentales dignos de las mejores series o películas. He disfrutado mucho de la historia, con libertad total en casi cualquier momento, salvo en misiones como la de Luciérnaga, en la que no puedes escapar del puente y tienes que seguir por donde el juego te marca.

Gráficos a la altura de los anteriores. Nuevos trajes, nuevos edificios y texturas muy cuidadas. El juego en sí es muy oscuro pero contrasta bien con la ambientación navideña que adorna toda la ciudad ya que la acción transcurre durante la Nochebuena.

Jugabilidad idéntica al City, no hay mecánicas nuevas, ningún movimiento que tengamos que aprender ni dominar, si has jugado a los anteriores sabrás exactamente lo que tienes que hacer en cada momento. El único añadido es el desplazamiento rápido con la Bat-ala, la cual te lleva a diferentes puntos de la ciudad estés donde estés.


Más de lo mismo, sí, pero algunos es lo que pedíamos. No siempre el no arriesgar tiene que ser símbolo de fracaso o se tiene que criticar. Mejor esta continuidad que lo que han sufrido muchas sagas como Resident Evil.

El doblaje es espectacular, voces extraídas de las películas, casi siempre bien sincronizadas, aunque en algunos momentos el volumen de las voces es demasiado bajo, te hace subir el volúmen, y luego te asustan con los FX. Mención especial a esa voz de Ted Mosby que se escucha de vez en cuando entre los delincuentes callejeros.

El tema de los gadgets lo han comentado en varios medios. Es poco creíble que en esta entrega tenga unos gadgets que luego no tiene en entregas que son cronológicamente posteriores, aunque he de decir que no son muchos y que puede tener una explicación sencilla: “Se los ha dejado en la Bat-cueva”.

El vuelo no es tan fluido como en Arkham City, sí que puedes atravesar toda la ciudad volando, pero no es tan cómodo como en la entrega anterior, quizás porque los edificios no son tan altos o puede que sea porque no podemos acceder a todas las azoteas, pero la cuestión es que muchas veces tenemos que descender unos metros para poder lanzar el gancho e impulsarnos nuevamente.

Es más fácil que el anterior si te limitas a seguir la historia principal, pero tiene más misiones secundarias que enriquecen el título. En lugar de destrozar cámaras de seguridad en esta ocasión tenemos relés de red que ha colocado Enigma, además de datos de extorsión que sustituyen los trofeos de Enigma que íbamos recogiendo, pero con idéntica mecánica. Tenemos peleas callejeras o enfrentamientos entre los SWAT y delincuentes que surgen aleatoriamente; al principio son entretenidos pero luego se vuelven cansinos. Luego tenemos a los más buscados, diferentes villanos que tenemos que detener, unos situados en puntos estratégicos de la ciudad de Gotham y otros en varios, es decir, tenemos que buscar varios puntos con elementos que destruir, o bien armas de contrabando del Pingüino o bien drogas de Máscara Negra. En esta entrega también tenemos misiones de detective en las que hay que seguir varias pistas hasta detener al autor del asesinato, aunque son bastante sencillas y con el simulador que reconstruye la escena del crimen lo tenemos muy fácil. El detector de elementos en esta ocasión no busca interrogaciones de Enigma sino el símbolo de Anarchy que se encuentra oculto en varios puntos de la ciudad. Y tenemos otra misión secundaria con la que conoceremos los orígenes de la ciudad de Gotham a través de escritos ocultos de su arquitecto. Como véis, disponemos de gran variedad de misiones para no aburrirnos lo más mínimo.

Respecto a los bosses, al igual que en el City alguno me impresionó por la forma de enfrentarte a él, en esta entrega me ha ocurrido lo mismo. La mejor batalla, sin duda, es contra Deathstroke, de la cual me costó mucho salir airoso y tuve que reintentarlo numerosas veces. Otros enemigos son más sencillos, como Electrocutor, Copperhead, Killer Croc, Deadshot; otros de nivel intermedio como Lady Shiva, Luciérnaga y Bane; y por último tenemos a Deathstroke, el más difícil con diferencia. Pero el detalle que me gusta es que cada uno tiene una mecánica distinta, y no es suficiente con pegar puñetazos y patadas, tienes que usar el coco y pensar una estrategia.


La banda sonora está al nivel de las entregas anteriores; temas muy cinematográficos, con subidas en los momentos de acción y un tema principal que se muestra en la pantalla de cargar partida que te incita a jugar inmediatamente.

Un título que para muchos es más de lo mismo y se queda en un notable pero que para mí, en gran parte porque soy un fanboy, me encanta y se merece todo un sobresaliente, no sólo por los detalles, sino por el motivo más sencillo, es el que más me ha divertido este año y al que sé que voy a jugar y rejugar en un futuro.


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